Perseo
No
hay mayor desafío que construir tu propio mito, y eso fue en parte lo que hizo
Perseo y lo que haremos la clase durante esta sesión. Prestad atención porque
vamos a ayudar a Perseo a derrotar a Medusa.
Procedimiento:
2)
Lectura colectiva del planteamiento de la
historia (tal y como viene en el libro de referencia).
Cuando
Zeus se encaprichaba de una doncella, nadie podía evitar que la conquistase. En
cierta ocasión, quedó prendado de una hermosa muchacha llamada Dánae, y no dudó
en llevar a cabo un extraño prodigio para gozar de su amor. Dánae era la hija
del rey Acrisio de Argos, y vivía aislada del mundo encerrada en la torre de un
palacio. Sucedía que a Acrisio le habían profetizado que su destino era morir a
manos de un nieto suyo, así que, cuando Dánae llegó a la adolescencia, decidió
encerrarla para que no pudiera casarse ni engendrar hijos. “Si no tengo
nietos”, pensaba el rey, “me salvaré de la muerte”.
Zeus,
sin embargo, logró entrar en la celda de Dánae sin que nadie se diera cuenta.
Un día, la joven notó que por techo de la torre se filtraba una extraña lluvia
de oro. Dánae estaba tumbada en la cama, y las gotas fueron cayendo sobre su
pecho y su vientre. Ni siquiera se molestó en retirarse, pues era agradable
sentir el roce fresco de la lluvia sobre el cuerpo. No podía saber que Zeus se
había transformado en lluvia de oro para poder abrazarla.
Nueve
meses después, Dánae dio a luz a un hijo. Acrisio no logró explicárselo, pues
estaba seguro de que ningún hombre había entrado en la celda de su hija. Solo
cuando el pequeño Perseo llegó al mundo, empezó a intuir lo que había ocurrido.
Aquel niño estaba rodeado por una especie de resplandor, más propio de un dios
que de un ser humano, así que Acrisio comprendió que su nacimiento tenía que
ver con algún prodigio sobrenatural. “Este es el nieto que ha de acabar conmigo”,
pensó con inquietud, y entonces decidió matar al pequeño Perseo para salvar su
propia vida. Pero como no se atrevía a darle muerte por sí mismo, decidió
embarcar al niño y a su madre en un cajón de madera que luego arrojó al mar.
“Que los dioses decidan si debes sobrevivir o perecer”, pensó Acrisio.
Para
Danae y Perseo, la primera noche en el mar fue terrorífica. Las olas eran tan
fuertes que el cajón parecía a punto de naufragar, y el pequeño Perseo lloraba
sin descanso, pues pensaba que el mar estaba lleno de monstruos sanguinarios
que querían devorarlo. Lo único que lo aliviaba de su terror era un anillo de
diamantes que Dánae llevaba puesto en un dedo, y que resplandecía en la
oscuridad. Perseo creía que los diamantes eran como diminutos espejos que
ahuyentaban a los monstruos. Fue la primera vez que los espejos le ayudaron a
sobrevivir.
Durante
cuarenta días y cuarenta noches, Perseo y su madre vagaron sobre el mar a
merced de las olas. Por fin, una mañana, las corrientes acercaron el cajón hasta la isla de Serifós,
donde lo encontraron unos pescadores.
3) Localización en el mapa de Argos y Serifós
5.) Sitúa los nuevos dioses conocidos en el árbol genealógico del Olimpo
4.) Construye el desenlace de la historia con las
siguientes pistas:
a)
El siguiente vídeo sobre el mito:
b)
La siguiente afirmación:
“La astucia puede ser mucho más valiosa que la fuerza”
5.) Sitúa los nuevos dioses conocidos en el árbol genealógico del Olimpo
6.)
Lee en casa la verdadera historia, compárala con la que tú has construido y
reflexiona sobre ella y las aportaciones de su mensaje para la vida de hoy.
Inserta tu opinión en el blog.
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